martes, 5 de enero de 2010

hermosa

Hermosa hija de 2 años y 8 meses... habla, entiende, juega, rie, llora, grita.

Exige mi atención, lucha por mi cariño, defiende su espacio, adora ir de compras, recibir regalos.

Está aprendiendo a comer de todo, más que antes.

Es fuerte en sus sentimientos, tanto si está alegre como si está tdiste.

Es una compañía inimaginable, una responsabilidad liviana y ancha, que me cubre como una sombra, que casi siempre abriga, algunas veces no me deja ver más allá.

Es ella, la misma hija, creciendo, avanzando por su propia vida, llenando de detalles la mía.