viernes, 21 de agosto de 2009

Feliz cumpeaños mamáaaaaaaaaa

Ella cantó para mí, desde 3 días antes, el cumpleaños, todos los días en la mañana.

Y el día de mi cumpleaños, lo cantó mientras yo apagaba la velita.

Yo sólo puedo dejarlo aquí escrito como parte de la historia porque no sé explicar la emoción, la ternura, la belleza de su canto y la alegría que produce en mi corazón.

A veces todavía me sorprendo un poco de que soy mamá. Y aún más de que así me ven... todas, sin excepción, las felicitaciones por mi cumpleaños, que me han hecho por teléfono, por email, a través de Facebook y demás pág sociales, han incluido un saludo o un comentario para Isabella.

Muchos dicen que es un regalo para mí, pero yo no podría ser tan egoísta. Más bien diría que ella es un regalo para el mundo, que pasa, maravillosamente, a través de mi vida.

Gracias por nuestra vida, al Dios de la Vida.

sábado, 8 de agosto de 2009

Pobres y ricas

Hay unas niñas vecinas, que van a mi casa a pedir comida, a preguntar si necesito algún favor como botar la basura o hacer mandados para que les de unas monedas. Y yo, casi siempre, les comparto algo. A veces algo que sobra, otras veces algo que no sobra pero sé que tampoco hará falta, como galletas, arepas, leche o avena.
Ellas vienen muchas veces pálidas, con los ojos con señas de haber llorado. A mí me gustaría hablar con la mamá de ellas pero no tengo mucha autoridad para decirle porqué sus hijas mendigan de puerta en puerta.

Para ellas, supongo, Isabella es una niña privilegiada, tiene lo que ellas pueden decir "muuuuchos" muñecos y juguetes.

Sin embargo, en nuestra casa hay carencias, de varios tipos, pero Isabella igual luce saludable y feliz. Todo depende del punto de vista, Isabella quizás está en las listas de "pobres" pero a mí me gustaría enseñarle lo que aprendí hace poco: Que la abundancia no depende únicamente de la riqueza monetaria. Que es posible ser abundante como forma de ser y percibir la vida.

Aunque también me enseñaron que decir "te quiero" a unos hijos que las barriguitas les suenan por vacías es una contradicción. Por eso trabajo, todos los días, con sol o con lluvia, para conseguir el sustento y permitirme soñar y planear un futuro donde ella no-no-no tenga que tocar puertas para satisfacer el hambre del día.