domingo, 30 de septiembre de 2007

Herida

La cesárea está cicatrizada. Pero la herida interior de ser madre apenas comienza a sangrar... Quiero estar con mi hija. Y las horas que puedo pasar con ella son escasas y muy cortas... Me siento herida, débil como un conejo ante la inminencia de los cazadores.

Me siento esclava de una sociedad q no me deja estar con mi bebé y culpo a todo el mundo, yo la primera...

Apenas tiene cinco meses pero cuando llegó en la noche está seria conmigo, ella que es todo sonrisas conmigo se pone seria y no me mira... en mi familia dicen q los bebés se resienten cuando se les deja solos por mucho rato. Y ella se queda con gente q la mima, está gordita, la están cuidando bien pero yo no soy la protagonista... ya no ...

Quiero ser su mamá y soy apenas su proveedora, algo así como su administradora, mientras crece. Y no hay nada que desee con más fervor que acompañarla mientras crece y también yo disfrutar del milagro de su vida.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Sobre mis Hombros

Ojalá alguien me recuerde esa cita hermosa que habla de que vemos más allá porque estamos subidos sobre los hombros de nuestros antepasados, o esa otra que habla de que si nos subimos a los hombros de los gigantes vemos más allá del horizonte que desde nuestra talla no vemos.

Ayer tenia una charla con mis nuevas compañeras de trabajo y algunas decian q cuando tengan hijos no van a hacer eso de "darle lo que ellas no tuvieron" sino que para que sean juiciosos y trabajadores, tengan que luchar para conseguir las cosas por sí mismos, como ellas...

Y yo pienso... que es tontería hacer que Isabela pase por todo lo que yo he pasado solo para que "aprenda" entonces para que he luchado yo y para que he aprendido yo? Si, por ejemplo, ella puede despejar su mente de la preocupación diaria de "dónde voy a vivir" y ya he conseguido una casa para nosotras, ella puede enfocar sus energías en ir MUCHO MÁS ALLÁ QUE YO.

No es que yo vaya a consentir una hija perezosa o vaga... pero tampoco hacerla pasar dificultades que la vida no le ha regalado, ya el equilibrio natural de las cosas la fortalecerá con sus pruebas correspondientes. No puedo evitar sus lecciones que le dará la vida, en su propio equivocarse y aprender, pero lo que quiera tomar de lo que he luchado de lo que soy de lo que he logrado y hasta de lo que he sufrido, confío en que sabiamente lo hará... es inteligente... es sabia...

Y así como la arrullo en mis hombros para que duerma, quiero que desde mis hombros
mire más allá...

Cómo voy a ser egoísta con mi propia hija? Eso sería como no haber aprendido nada en todos estos años...

Cuento

Este es un cuento breve sobre una historia larga,
de una princesa de un reino interior,
que salió de viaje buscando tesoros,
buscando la felicidad
y buscandose a si misma,
y al haber encontrado un valiosisisimo tesoro,
que le permitió ver la felicidad que viajaba con ella,
y la puso de frente a sí misma,
decidio regresar a su ciudad natal,
llevando en el corazon historias de otros pueblos,
pero conservando a su lado el balbuceante testimonio
(porque el testimonio balbucea ago, agu, brrbrbr y ag ag)
de las aventuras vividas,
y trayendo la añoranza de saber si todavia conserva
los depositos de cariño que habia dejado en custodia
cuando se fue.

martes, 11 de septiembre de 2007

Tocame

Mi familia no usa mucho el tacto como expresión de cariño. Realmente, se evita el roce y el contacto físico con el argumento de que eso es "melosería".

Por esto tenía mis reservas a la hora de cumplir con lo que dicen todos los libros: la importancia de los masajes a los bebés, sumado a que el clima de Bogotá hace que uno a los bebés los bañe rápido y les vuelva a poner su ropita. Incluso, se asolean con ropa a través de una ventana.

Sin embargo, encontré una guía para masajes en mi maravillosa enciclopedia sobre estimulación temprana y decidí seguirla.

Empecé a tocar el cuerpo de Isabela de otra manera a la de siempre, con mucho respeto y con mucho cariño. A medida que iba masajeando suavemente sus músculos, era conciente del milagro que toda esa perfección se había formado en mi vientre y ahora crece de manera independiente.

Fue una experiencia casi espiritual, sentir la reverencia ante algo tan sencillo y maravilloso como un cuerpo de bebé, suave, tierno, que día a día se afirma y desarrolla.

Me sentí tan afortunada de poder estar con ella de esa manera, activando su circulación, dándole cariño a través de las caricias y entendí que sí, que los masajes son buenos para los bebés, y para las mamás también.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

cosas de otras hijas

Esta semana en el transporte público, había una joven de unos 21 años que conversaba animadamente con unas amigas. Estaban cerca de las sillas reservadas para mamás con bebés, niños y embarazadas. Seguramente al mirarnos con los bebés empezaron a hablar y yo oía fragmentos de la conversación, donde la chica les decía a sus amigas "... sí, es terrible cuando uno se encuentra con la tía y le dice pero si yo te cargué, eras así de pequeñita y mira lo grande que estás. Y uno le dice sí, tía, sí." y se reían y en otra parte de la conversación les decía "cuando uno empieza a llevar a los amigos o al primer novio ala casa y la mamá sale con el album de fotos a mostrarlo a uno cuando era chiquito" "y la foto pornografica de uno que no falta, en la bañera o cuando le están cambiando el pañal"...

Yo escuchaba la conversación y me reía, porque ya Isabela tiene sus respectivas fotos empelotica en la bañera y mientras le cambio el pañal y seguramente seré de esas mamás que disfrutará ver su cara cuando se las muestre a sus amigos... y claro, ahora también están los clip de video... y seguramente muchas de mis amigas le dirán a Isabela en unos años "cómo estás de grande pero si yo te cargué".

Y yo miraba a la chica que hablaba, cabello crespo, flaca, ojos grandes, oscuros y expresivos, facciones suaves, piel un poco bronceada, ropa informal... muy posiblemente el aspecto que lleve mi bebé en dos décadas, cuando sea toda una mujer y cualquier día cuando ya salga por ahí sin mí, tendrá una conversación parecida con sus amigas y se reíran de esas cosas de mamá...

lunes, 3 de septiembre de 2007

Me oyeron cantar


Fue una tarde muy ajetreada en la oficina, mientras estaba absolutamente desconcentrada de mí y concentrada en el trabajo uno de mis compañeros me sacó de mis pensamientos y me dijo "hace muchos pero muchos meses q no te escuchaba cantar".

Estaba cantando. Cualquier canción. Qué emoción. Poco a poco todo retorna a la normalidad o como suelo decir a mi "nueva" normalidad con Isabela incluida.

No sabía que no había vuelto a cantar, o sí, pero no las canciones de siempre, ahora sólo cantaba a mi bebé alguna improvisación sobre el amor, la belleza o los pañales "dibujados" al cambiarla...

Todo lo que ya es bueno se está poniendo aún mejor.