miércoles, 29 de septiembre de 2010

Afuera y adentro

En las clases de estimulacion musical, desde los 19 meses, yo entraba con mi hija. Jugaba sus juegos, aprendía sus canciones.

Ahora, ya es una grande de tres años y entra sola, los niños yla profe. Y yo estoy afuera esperandola durante 1 hora.

Me sentí desplazada. Me gustaba compartir ese espacio con mi hija, ya hay suficientes cosas que no comparto con ella...

Pero así es la vida y ahora hay muchas cosas en que ella aprende a vivir su vida por ella misma.

Por el momento, disfrutaré lo de entrar a la piscina con ella, aún está en clase de "natación bebés" por unos meses más, hasta que cumpla los 4.

domingo, 12 de septiembre de 2010

una pataleta...

Esto pasó hace unos meses pero había olvidado postearlo hasta que se lo pregunté a una amiga...

"mira a mi me paso algo con isa

ella estaba en una pataleta terrible

en mi cama

pateaba y gritaba impresionante

me pegaba!

el primer impulso es callarla a la fuerza

desesperarse

pero luego pense

a su manera esta aprendiendo a defenderse

de verdad quiero enseñarle que se calle a golpes o a gritos?

y si alguna vez se siente agredida por alguien q no soy yo?

si la gritan o le pegan tambien se calla y se deja hacer

?
...

la deje pataletear hasta que se calmo.

y luego le dije lo que tocaba q no tenia q tratar asi a mama y etc.

pero en ese momento me pareció tan importante no reprimir su impulso casi animal de defensa y lucha.

podía someterla, hacerla obedecer pero no quise...

yo nunca los he necesitado, esos instintos, nunca me han agredido y quisiera de todo corazón que ella pase sus años sin que alguien se le acerque con malas intenciones, se lo pido a Dios con frecuencia.

Pero por prevención, preferí dejar así su lado salvaje.

Y nunca hasta ahora he vuelto a ver una pataleta de esas, la angustia y lo furiosa que estaba, su necesidad de defenderse y de "no me toques".

Hago lo que puedo... hace mucho tiempo un noviecito que tuve me dijo "piensas demasiado" quizás todavía lo hago... pero me gusto así.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Solidaridad

Estuvimos de visita en el pueblo de la familia.

En la casa donde amanecimos había también dos niños de paso, que luego iban hacia el campo, de año y medio cada uno.

En un comentario mi abuela dijo desprevenidamente: "pues como estos niños no tienen ni un juguete..."

A mí se me apretó algo adentro... ¿ni un juguete? Isabella tiene la caneca de hipopótamo llena, y muñecos hasta colgados en la pared.

Entonces apenas tuve oportunidad, fui a un almacén en el pueblo y conseguí algunas cosas de bajo presupuesto y antes de entrar miré a mi hija y le dije en el tono que le digo las cosas importantes: "hija, vamos a comprar unos juguetes para los niños, porque ellos no tienen nada para jugar, tú tienes muchos juguetes en casa así que vamos a comprar solamente para ellos".

Y ella, asintió.

Isabella normalmente es una devora-regalos, todo el tiempo me pide que le compre algo, que le lleve, pide aquí y allá... por eso esta tranquilidad de ver que su mami compraría para otros niños y no para ella, me dejó perpleja y contenta.

Compramos unos muñequitos, un carrito, un elefante para arrastrar y dos pelotas.

Los niños nos dieron sonrisas y alegría; Isa se sentó a jugar tranquilamente con ellos y sus nuevos juguetes.

Y yo la miraba, pensando. En el Jardín Infantil me han dicho que es solidaria. Me alegro de saber cómo siendo tan pequeña puede entender y aceptar lo que significa compartir con otros que tienen menos que ella.