Isabella tiene unos nuevos zapatos para ir al Jardín Infantil.
Tuve que cambiárselos porque los otros le quedaban pequeños.
Los de antes no necesitaban betún pero estos sí.
Y yo, tuve que comprar lo que nunca antes: una cajita de betún negro.
Los que me conocen saben que entre mis virtudes no está el ser hacendosa, que el tiempo dedicado a barrer, planchar y demás oficios domésticos es considerado por mí como que pudo ser mejor invertido... sin embargo, embetunar los zapatitos negros de mi hija, me hizo sentir una buena y juiciosa madre, ama de casa - madre.
Y se sintió bonito.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario