miércoles, 1 de septiembre de 2010

Solidaridad

Estuvimos de visita en el pueblo de la familia.

En la casa donde amanecimos había también dos niños de paso, que luego iban hacia el campo, de año y medio cada uno.

En un comentario mi abuela dijo desprevenidamente: "pues como estos niños no tienen ni un juguete..."

A mí se me apretó algo adentro... ¿ni un juguete? Isabella tiene la caneca de hipopótamo llena, y muñecos hasta colgados en la pared.

Entonces apenas tuve oportunidad, fui a un almacén en el pueblo y conseguí algunas cosas de bajo presupuesto y antes de entrar miré a mi hija y le dije en el tono que le digo las cosas importantes: "hija, vamos a comprar unos juguetes para los niños, porque ellos no tienen nada para jugar, tú tienes muchos juguetes en casa así que vamos a comprar solamente para ellos".

Y ella, asintió.

Isabella normalmente es una devora-regalos, todo el tiempo me pide que le compre algo, que le lleve, pide aquí y allá... por eso esta tranquilidad de ver que su mami compraría para otros niños y no para ella, me dejó perpleja y contenta.

Compramos unos muñequitos, un carrito, un elefante para arrastrar y dos pelotas.

Los niños nos dieron sonrisas y alegría; Isa se sentó a jugar tranquilamente con ellos y sus nuevos juguetes.

Y yo la miraba, pensando. En el Jardín Infantil me han dicho que es solidaria. Me alegro de saber cómo siendo tan pequeña puede entender y aceptar lo que significa compartir con otros que tienen menos que ella.

1 comentario:

Saulo Medina dijo...

Hermoso eso que haces de que Isabella vaya aprendiendo a compartir y que hay ocasiones en que no hay regalo para ella, sino que el regalo es para otros. Dios te bendiga