Mi hija me preguntó si la abuelita todavía cumple años.
Yo le dije que sí, que todo el mundo cumple años hasta que se va para el cielo.
Y me preguntó, y mami tu tambien te vas a ir para el cielo?
Todos, hija, pero Dios decide cuándo.
No, mamí, yo no quiero que tú te vayas para el cielo.
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Y yo quisiera prometerselo, que no me iré hasta que ella pueda volar sola, que no me iré hasta dentro de muchos años, cuando haya también vivido mi vida larga y plena, cuando la haya visto crecer y convertirse en la gran mujer que será.
Pero no puedo, no está en mí, en mí solo está esperar en Dios, y enseñarselo a ella así.
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Hija, esperemos en Dios que nos tenga juntas mucho tiempo.
lunes, 11 de octubre de 2010
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1 comentario:
Si uno mira el propio corazón, no hay un momento bueno para que las mamás partan a la eternidad. Alabado sea Jesucristo, que es el único que nos ayuda a dejar de ver nuestro dolor para palpar la alegría de cada una de ustedes, en la Patria Celestial, cuando nuestro Padre así lo disponga
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