Isabella en mi vida siempre ha sido un regalo, y a la vez inversión porque en ella, en su educación, en su alegría, en conservar su vida con calidad, yo he invertido tiempo, dinero, lágrimas, esfuerzo y etc.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, voy viendo que el regalo de tener un hijo en la vida, no es algo pequeño.
En esta edad adulta, veo la vida de muchas personas como yo, cada una con sus elecciones y decisiones y lo que ha hecho con lo que le ha llegado sin elegirlo...
Los hijos, siguen siendo una decisión difícil, un bien preciado, un activo privilegiado, la piedra en el zapato o la escalera al cielo.
Y yo que ya la tengo, que llevo 4 años de experiencia y la ilusión de muchos más, me siento consentida por la vida, responsable ante Dios de un alma que El me confió.
Y me sonrío de lado, cuando todavía algunas amigas dicen que quizás les ha llegado su hora de pensar si tener su hijo. Solas o acompañadas.
A todas les diría que lo tengan. Pero que lo asuman con cariño y responsabilidad. Que la vida es muy bonita.
miércoles, 27 de julio de 2011
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