Anoche la nana de mi hija me dijo "se la pasó todo el día diciendo pa-pa-pa-pa". Y me sonreí y seguí escuchando las otras cosas del día de mi hija.

Es una niña. Las niñas dice primero pa-pa que ma-ma.
Pero no tiene un papá a quién decírselo. O sí tiene pero ni ella ni yo sabemos donde está.
Y aunque yo con el tiempo conozca a otra persona y quiera caminar con nosotras... será el compañero de su mamá y no su papá porque en mí está muy claro, que son cosas diferentes.
Ya mi hija dijo pa-pa-pa-pa... y se lo dijo al aire y yo me morí un poquito... otra vez.
1 comentario:
Lo importante no es el fonema que ella dijo primero, que ahora no tiene significado para ella. Jesús sana todo, especialmente lo que es irreparable a ojos de nuestro corazón y nuestras limitaciones humanas de espacio y tiempo. Si pensamos que Isa nunca podrá convivir con su papá y sobre todo nunca podrá contar con su apoyo moral y afectivo,
no solo nos deprimiremos, sino que nos desesperaremos.
El día que aparezca un hombre en tu vida, Dios te lo enviará con "todo incluido" para que pueda querer, amar y respetar a Isa; y ese cariño que ese hombre le de a tu hija, sé que vendrá de Dios, pues sanará en el corazón el vacío y el abandono que Isa en algún momento tendrá que sentir.
Publicar un comentario