lunes, 7 de julio de 2008

Los Accidentes Caseros

Una de mamá es cuidadosa, cositera, a veces exagerada. Sin embargo, los accidentes suceden y las estadísticas sobre las cosas que les pueden pasar a los bebés en su propia casa son escandalosas.

Yo no he sido la excepción.

El primer morado leve de Isa bajo una ceja ocurrió cuando estaba empezando a ponerse de pie con apoyo y yo, intentando darle espacio, le quité una almohada y lo que hice fue quitarle soporte, perdió el equilibrio y se dio contra el barandal.

Tres veces se me ha caído de la cama, la más reciente estaba recién bañada y saltando sobre la cama, yo sólo fui por la crema y oí el "splissss-pum-ña" que sonó terrible pero nunca supe dónde fue el golpe porque no se le vio chichón ni morado.

La segunda fue la peor, la dejé sentada y confiando en que ya se sabe bajar de la cama, no conté con que ella intentara bajar de frente, le quedó un morado en una mejilla como por dos semanas.

La de esta semana fue tragarse una moneda y mi mamá me lo ha dicho chochocientas veces, "recogé esas monedas que mantenés por ahí". De nada ha servido el buceo en el popo, no he encontrado la moneda pero no confío en que la niñera haga su parte de revisar los pañales del día.

Ayer domingo tuve un susto terrible, yo estaba desayunando e Isa se quedó en la cocina jugando con los tarros, me embobé por unos minutos con el programa de t.v. y cuando me fijé en el silencio de la casa fui corriendo a buscarla y no la vi en la cocina, seguí al baño y allá la encontré feliz jugando con el agua del inodoro, que tenía jabón porque estaba recién lavado. Había hecho espuma y estaba concentradísima. Yo no le dije nada, le quité la ropa y de una vez la duché. Pero yo estaba temblando, un descuido de esos es mortal para un bebé, estaba mojado el piso, enjabonado el sanitario, si el bebé resbala y se va de cabezas, se ahoga. Y tristemente, ya ha sucedido, uno lo lee en las noticias que no quisiera leer.


Todas las veces le doy las gracias al Angel de la Guarda de Isabella, es super juicioso.

Casi todos los días -algunos me despisto- con Isa en la mañana hacemos la oración de la Sangre de Cristo, pidiéndole que por su misericordia, no por nuestros méritos, nos cubra y proteja.

Pero también como dice el proverbio chino "cree en Dios pero tranca la puerta", una debe estar atenta, vigilante, atender al sexto sentido y también al sentido común.

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