
Isabella ha perfeccionado el arte de salir corriendo cuando ve unos brazos abiertos hacia ella, y se cuelga y abraza, con una sonrisa.
Ayer su abuela (mi mamá) trataba de jugar a perseguirla pero la niña corría dos pasos y luego se daba la vuelta, ¡¡prefería dejarse alcanzar!! La abrazaba y se reía a carcajadas.
Yo estaba en la cocina haciendo el almuerzo y pensaba que mi hija, con lo pequeña que está, sabe correr hacia el que ella piensa que es lado correcto, aunque no vaya con las reglas del juego.
Necesito aprender yo también un poco de eso.
Estoy orgullosa de haberla tenido en la pancita.
2 comentarios:
Y ella estará orgullosa de tener una mamá como tú...
Saludos desde México.
Hola,
De casualidad llegué a este blog y me gustó mucho, yo también soy una nueva mamá, mi niño a penas tiene tres semanas y cada día es un nuevo comienzo para ambos, espero que de cuando en vez podamos compartir historias, miedos y aprendizajes de esta maravillosa aventura que nos ha tocado vivir de ser mamitas. Cariños para ti y para tu nena hermosa.
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