
Isabella va creciendo, llegando a una edad que su memoria quizás pueda recordar cuando llegue a adulta.
Es hora de empezar también a construirle sus recuerdos, por lo menos de la manera más conciente que pueda. Darle cosas bonitas, ambientes, experiencias y sobre todo hacerla sonreir y reir mucho.
De las cosas más difíciles de aceptar de mi propia niñez es que no me recuerdo sonriendo ni feliz. Tampoco recuerdo momentos críticos, traumas ni cosas espantosas.... tengo recuerdos de una niña sobria, demasiado seria, pausada y crítica para su edad. Muy inteligente pero muy sola. (Y realmente, al cumplir los 30 años, pensé que por fin mi cuerpo había alcanzado mi edad interna).
Anoche le hice a mi hija un show en la cocina, micrófono improvisado en la mano y la radio sonando "Eclipse total del amor"... ella me miraba con esos ojos brillantes e inocentes que tiene;
tengo que reconocer que poco me ha visto cantar y bailar, hablamos mucho y la hago reir a cosquillas y la trato con ternura la consiento, le juego... pero si quiero que sea una niña más divertida y más espontánea que yo también debo hacerlo yo.
Y también romper ciertos esquemas... para mí los zoológicos son unas celdas terribles para unos animalitos inocentes con mala suerte... pero cuando uno es niño, le encanta verlos. Quizás ya sea hora de ver los lefantes, tiges y patos fuera de sus cuentos...
Es hora de empezar también a construirle sus recuerdos, por lo menos de la manera más conciente que pueda. Darle cosas bonitas, ambientes, experiencias y sobre todo hacerla sonreir y reir mucho.
De las cosas más difíciles de aceptar de mi propia niñez es que no me recuerdo sonriendo ni feliz. Tampoco recuerdo momentos críticos, traumas ni cosas espantosas.... tengo recuerdos de una niña sobria, demasiado seria, pausada y crítica para su edad. Muy inteligente pero muy sola. (Y realmente, al cumplir los 30 años, pensé que por fin mi cuerpo había alcanzado mi edad interna).
Anoche le hice a mi hija un show en la cocina, micrófono improvisado en la mano y la radio sonando "Eclipse total del amor"... ella me miraba con esos ojos brillantes e inocentes que tiene;

Y también romper ciertos esquemas... para mí los zoológicos son unas celdas terribles para unos animalitos inocentes con mala suerte... pero cuando uno es niño, le encanta verlos. Quizás ya sea hora de ver los lefantes, tiges y patos fuera de sus cuentos...
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