Es corto un post de blog para contar una fiesta de cumpleaños.... bueno, una fiesta todo el mundo sabe más o menos cómo transcurre... la gente va y come todo lo que puede, pero detrás hay mucho trabajo, y mucho cariño.
Mucho cariño hacia mi hija, que se viera rodeada de gente sonriéndole, felicitandola, dándole regalitos, abrazándola, diciéndole linda... viendo una casa organizada llena de bombas, su torta, y en su mente de niña, entendiera de alguna manera que era para ella.
Yo me la pasé en la cocina, atendiendo, sirviendo, casi no con los invitados pero cuando daba vueltecitas por la sala, la veía bailando con las niñas invitadas, jugando con las personas, ese día no hubo nada de esquiva, ni de llanto, ni de "esto es mío"...
Recibía sus regalos, se iba al armario a guardarlos, lo que le producía mucha risa a la gente.
Como anécdota, se nos olvidó repartir el helado... pero eso sí, repartimos almuerzo, galletas, dulces y regalos para los niños... a todos grandes y chicos les pusimos un botón de Winnie Pooh que fue el motivo de la piñata.
No hubo olla para romper porque consideramos que los niños estaban muy pequeños y fue acertado.
Me sobró demasiado de todo, menos torta pero comida, coctel, refresco, golosinas y hasta regalos de los niños que no fueron!!
Quedé cansada, con los bolsillos escurridos pero muy feliz... y la sonrisa de ella lo compensó todo!