Mayo 23 de 2007
Los meses y años de mi hija han empezado a correr. Soy madre soltera y sigo siendo mujer. El futuro está lleno de posibilidades y yo me enfrento al “coco” de toda mi vida que es: Decisiones.
Mientras tanto no pienso en mis elucubraciones sino en mi hija. Y eso llena mis guerras de paz.
A veces ella llora después de estar llenita, cambiada y calentita…

Y cuando cierra los ojos miro cómo se confía en mis brazos, tranquila, y pienso yo, que sería muy tonta si no aprendiera a confiarme así con las manos de Dios.
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