lunes, 25 de junio de 2007

EL COCO

Mayo 23 de 2007


Los meses y años de mi hija han empezado a correr. Soy madre soltera y sigo siendo mujer. El futuro está lleno de posibilidades y yo me enfrento al “coco” de toda mi vida que es: Decisiones.
Mientras tanto no pienso en mis elucubraciones sino en mi hija. Y eso llena mis guerras de paz.
A veces ella llora después de estar llenita, cambiada y calentita…
entonces la alzo, me la pongo en el hombro y cuando se me recuesta con los ojitos abiertos y un puchero yo la abrazo, le digo que la quiero y en silencio, desesperadamente, recojo de su inocencia el amor que necesito y el calor y la esperanza que bullen a borbotones desde ella.

Y cuando cierra los ojos miro cómo se confía en mis brazos, tranquila, y pienso yo, que sería muy tonta si no aprendiera a confiarme así con las manos de Dios.

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