miércoles, 16 de junio de 2010

La Prueba de Sangre

La mamá salió con mareo... la enfermera dejó mover un poco el tubo y algo de sangre se regó por el brazo de Isa y en la mesa.

Pero ella estaba valiente y obediente mirandome a mí a los ojos, se quejaba, no lloraba ni gritaba. Y mientras le hacían el sangrado me preguntó si le iban a dar el papelito y cuando terminaron de llenar los dos tubitos, le puso la curita y le dibujó una carita feliz...

Orgullosa yo con una niña tan valiente.

Le dijimos que le dolería un momento mientras la chuzaban y recogían la sangre. Y ella asentía con normalidad.

Ahora lo recuerda, contenta, la carita feliz que le dibujaron, y que la chuzaron, no dice nada del dolor ni de la sangre regada.

¿Será que tiene talento para las profesiones de la salud? Será una buena enfermera? una buena Doctora?

¿Quién hay allí, en ese cuerpecito delgado y sano? ¿Quién habita entre esa cabecita llena de alegría y de pensamientos? ¿Quién está en su corazón?

Es mi hija, pero es ella y yo, como todos, debo irla descubriendo.

Los misterios de la vida.

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