miércoles, 2 de enero de 2008

Que te respeten y que te quieran


Este año nuevo fue de abuela, mamá y bebé. Estábamos las tres juntas, tranquilas, comiendo pescado y conversando, incluso Isabella que ya balbucea varias sílabas con todas las vocales y en varios tonos.


En algún momento, yo estaba en lo mío, consintiendo y jugueteando con mi bebé y luego pensé en cuando crezca, que la sigan tratando así, siempre, con amor... me quedé mirándola, sentada muy derechita en la cama y le dije: "Que te traten con respeto y con cariño, o sino, que no te traten". Mi mamá me miró pero guardó un silencio tan profundo que estaba lleno de palabras. Yo seguí diciendo: "eso debería ser una materia obligatoria en el colegio, autoestima. Cuando está así pequeñito, lo consienten y lo quieren, pero va creciendo y encuentra gente que ya no lo trata así, cuando empieza a enamorarse, se apega a los tipos aunque lo traten de cualquier manera y eso no debe ser así. Que lo traten a uno con respeto y con cariño o que no lo traten. Uno se aguanta cualquier cosa con tal de que lo sigan queriendo aunque sea un poquito... y así no debe ser"

Luego yo también me quedé en silencio, recordando algún diciembre muy atrás... Andrea-joven lloraba colgada a un teléfono público porque un fulano se había ido de año nuevo con su familia y no me había llevado, todos iban con sus novias, novios, esposas, esposos... con sus parejas y si él andaba conmigo, si decía que me quería, si tenía relaciones conmigo, si la mamá ya me conocía... porque no merecía estar allá, me preguntaba y lloraba, sin querer entender la respuesta tan sencilla: No había amor en él. Días antes yo le decía: "qué ropa llevo" y el me decía "no vas a ir" y yo preguntaba "por qué", él decía "por que no". Pero en mi interior, ignoraba sus palabras y creía que lo que yo me había inventado de ser importante en su vida, era verdad. Yo sabía que ya se habian ido, sin embargo, marqué mil veces al teléfono de su casa, volvía a la mía, donde me habían prohibido hacer llamadas. Y a los cinco minutos volvía a correr al teléfono público. Suena loco, pero ahora pienso, cuánta energía perdida, cuántas lágrimas, por personas que estaban bien sin mí... cuánta falta de respeto conmigo misma y cuánta falta de cariño conmigo misma... Por qué tantos años pasé sin aprender algo tan sencillo, cuántas veces repetí escenas parecidas por no saber algo tan esencial: ME TRATAN CON CARIÑO Y CON RESPETO O NO ME TRATAN.

Será que si se lo enseño a Isabela puede ahorrarse pasar por senderos tan oscuros? O será que también tiene que sufrirlo para aprenderlo?

Mi mamá ha hecho lo propio en sacrificios por conservar espejismos de amor, y por eso se quedó callada... a ella tampoco se lo enseñaron.

La tarea para mí es aún más difícil, porque mi inteligente hija escuchará mis palabras pero no hará caso si no lo ve en mis hechos, si no ve mientras va creciendo, a su mamá digna y firme, pasando de largo de amores, empleos, amistades que no la tratan con respeto y con cariño...

Realmente, hace muy poco, me re-encontré en Medellín con alguien que quise mucho. Me dio a entender que al tener una hija yo era como una página ya leída y él debía escribir nuevas, algo así... Yo sentí el mismo impulso que me llevó hace muchos años a colgarme de aquel teléfono público por otra persona... sentí el impulso de querer convencerlo, explicarle, decirle que Isabela era linda, que no tenía que ser el papá que era algo que se podía manejar, pero... simplemente sonreí, le di un besito en la mejilla y me despedí... Ya no soy aquella que mendiga por un cariño, por más buen partido que el sujeto parezca... si no hay respeto de su parte, si no hay cariño... Hasta pronto, que tengas suerte...

LA MATERNIDAD ME HA HECHO MAS SABIA Y MAS AMADA!!!!!!!!!!!!!
ESTO ES GENIAL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

3 comentarios:

Argénida Romero dijo...

Feliz año querida Andrea. Un beso a tu pequeña. Gracias por esta reflexión de principio de año. Cuantas veces caemos en ese error! Leerte me ha hecho pensar en muchas situaciones...

Gracias por regalar esas palabras, peldaños para una reflexión que vale la pena.

Nikkei-Girl dijo...

Feliz Año desde este lado del continente!

Como dice Arge, muchas veces caemos en el mismo error, pero lo más valeroso es cuando sabemos levantarnos y aprender de ellos.

Un besote para esa nena tan linda y preciosa. Diosito las colme de bendiciones!

Anónimo dijo...

De los errores se aprende, no pienses en el pasado con tristeza, no te reproches por lo que pudo ser, recuerda que tuviste que pasar por esto para poder encontrar tu único y verdadero amor, TU HIJA.
Lo demas va y viene, un hijo...es eterno.
Y este año seguiremos aprendiendo a ser mujeres y madres, asi que FELIZ AÑO!!!!