martes, 30 de diciembre de 2008

"Ayer la Vi" (un tropezon en el reggaeton)

Una de las cosas que me espantó cuando en la ecografía 3D me dijeron que el bebé que esperaba era una mujercita, fue la responsabilidad de educar una mujer. A veces en cosas tan sencillas como "no dejarse ver los cucos" como dice mi sobrina de 3 años, pero también en sus afectos. Cómo explicarle que alguien que te hace llorar, no puede amarte.

Y que a ese no hay que darle nunca una nueva "oportunidad". Pero que al amor quizás sí. Eso dicen pero qué se me hace que no lo creo.

Sigo siendo considerando el reggaeton como antimúsica, pero esta canción me da esa sensación de que me delata en algo que no quiero decir...

... usted la dejó, llorando... y ya no quiere querer... y yo qué puedo hacer...

¿llorando, quién? ¿llorar yo? ... usted la dejó, llorando. y usted, también. Y usted, también. Y por eso, más bien, se la pasa sola, sola solita... que menos mal ahora para ahogar las penas hay otras opciones además de la botella. A veces funciona combinar un poco de oración con un poco de distracción (distracción del tipo ikariam. es o del tipo cursos virtuales del SENA o una cerveza con las amigas cada mes).

1 comentario:

Deviant dijo...

Hola Andrea, yo también considero a ese estilo de música como ''anti-musical'' pero que se le va a hacer.

¿Por qué no te crees que al amor hay que darle una oportunidad? AL AMOR AL VERDADERO AL QUE SI ES BUENO, al otro no, yo tengo quíntuple responsabilidad, y no lo digo por ser una señora con un marido que funge de mil formas, yo tengo dos niñas, y pensar en el futuro y en sus maquillajes y tacones me da algo, pero es algo que hay que pasar...

Quizás si hubiesen sido niños, les estuviéramos enseñando desde chiquitos la responsabilidad y el respeto hacia las mujeres, pero en serio, el amor es muy diferente a tipos que te hacen llorar, es muy diferente a gente irresponsable, yo no te lo puedo decir por que es algo indescriptible, sólo te deseo que en tu gran camino te encuentres un amor verdadero eso aunque suene trilladísimo, cursi y a cliché...Eso sólo pasa una y cuando mucho así por purísima suerte, dos veces en la vida.

Saludos.