Las personas que me han felicitado por mi cumpleaños, la mencionan y han coincidido en decir que ella es el principal regalo, la principal bendición que tengo.
Y tienen razón. Este cumpleaños es diferente a los demás, primero porque no voy a a hacer la acostumbrada fiestecilla y segundo porque está ella... bueno, hace un año también estaba pero medía apenas unos milímetros y estaba bien guardada en la pancita.
Pero ahora está ella.
En la oficina parti un rico ponqué.
En fin, la vida es un don precioso... la vida es maravillosa como dice mi futuro compadre.
Yo te alabo Señor de los cielos por un año más que me has regalado, por tu misericordia al confiar un alma a mi cuidado y hacerme madre y te pido tu luz para caminar en el resto de mi vida y de Isabela.
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