A la hora de cambiarme de ropa y salir... no fui capaz de dejar al bebé durmiendo con la niñera para irme.
Sabia q iba a estar bien, q la cuidarian bien. Pero tambien q yo llegaria al dia siguiente muy temprano, con sueño, a recogerla, con el pelo oliendo a cigarrillo (yo no fumo, tampoco bebo, pero seguro los demas si).
Y simplemente, me empiyame, llame a decir q no iba y me acoste al lado del angelito.
En desagravio por la diversión perdida, "castigué" a Isabella haciendola reir todo el día y jugando con ella desde que amaneció hasta que anocheció. Y no me quedó el pelo oliendo a cigarrillo, sino a loción arrurru de bebé.
2 comentarios:
Andrea, yo misma he estado en esa situacion..
Y me doy cuenta, que la fiesta seguira alli, y su consiguiente olor a cigarrillo tambien, los amigos, los verdaderos, esos que no tiene precio, seguirana nuestro lado. Los amigos de fiesta, esos que uno tiene para alegrarnos de vez en cuando, alli seguran.
Pero esa risa de Isabella, su despertar, su disfrutar del baño, ese murmullo que te sabe a palabra, no volvera, no regresara jamas. El dia a dia de nuestros hijos no tiene valor, hiciste la mejor eleccion, ya habra mas fiestas, no lo dudes.
El sabado le dije a mi hijo, ponte guapo, saldras con tu mama, lo vesti muy bonito, salimos solo los dos, mientras lo vestia, pensaba que en unos años ya no se pondra guapo para mi, y le interesara mas salir con otras personas.
Hay cielo, los hijos crecen y no los podemos encerrar en una burbuja para siempre.
Besos y felicidades.
Cuando sea madre quiero ser como tu. Abrazos
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