Tenemos un huesped indeseable. Descubri su presencia cuando escuche algo escarbando dentro de una bolsa plastica: el inconfundible sonido de un raton.
No les temo, pero es horrible saber que tenemos ratones en casa, por salud, por su tendencia a morder y destruir. Y no puedo poner veneno ni pegantes porque tengo una bebé gateadora en casa... no sé qué hacer.
Hace un momento, mientras Isa dormía y yo subía una foto al blog, me pareció escucharlo demasiado cerca, en los cartones que guardo entre las tablas de la cama y el colchon. ¡¡ enloquecí!!! voltee la cama, sacudi los cartones y la niña lloraba asustada y enojada por su repentino despertar.
Ya me parece que los oigo chillar... es como una pesadilla...
sábado, 22 de marzo de 2008
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