lunes, 21 de abril de 2008

sin titulo

Llegamos de la reunión de cumpleaños, cansadísimas. Isa sigue indispuesta asi que pronto la alisté para dormir.

Ella se quedó, limpia y llenita, recostada en la cama, mirandome. Yo tenía tanto sueño también...

No queríamos jugar, pero había una pausa antes del sueño. Y yo, le hablé del mar, de las olas y las palmeras, de la arena bajo los pies, del agua y el sol.

Mi hija tiene una mirada hermosa y profunda, como el mar.

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