Mi amiga Shirley me dijo hace poco, hablando de amores y desamores "Andre, usted cualquier día se encuentra con el que "es", pero que sea un man alegre, que la haga reir, que la mitad de lo que hable sea mi... pero que no deje de ser interesante. no se fije en tipos con problemas que para problemas tiene los suyos".
Y yo me quedé pensando, por qué con el paso de los años he sido la parte divertida, la de los chistes, la del apunte cómico, la del plan extraño, la que desestabiliza la rutina... sólo en una ocasión salí con alguien con quien no paré de reirme durante los meses que esto duró y cuando se fue, me quedé espantada del silencio que dejó a mi alrededor.
Hace poco hablaba con una amiga querida mexicana sobre la experiencia de quedarse como sin un hijo cuando su hija terminó con el novio que tenía.
Me gustaría también un día decirle esto a Isabella... que te enamores de alguien de buen humor, que te haga reir a ti y a mí también, no tengo intenciones de ser la suegra bruja.
Claro que uno con los años se hace exigente y no basta sólo que sea alegre; también que sea juicioso; que sea inteligente; lo que pido en mis oraciones secretas, por Dios, ¡¡que lea!! y bueno otro montón de etc que quizás no sea ocasión de escribir aquí q este post es de babosadas, de charla de amigas.
Algún día escribiré otro más serio sobre el tema.
En todo caso... por más parámetros q uno tenga, cuando el corazón dice "por aquí" por ahí es, así esa persona sea muy distinta a lo que uno pensaba... y eso aplica casi para todo el mundo.
(Excepto para mi par de amiguitos Medina, que cupido les tiene que pedir cita previa, hacerles notificación y esperar el análisis de resultados... )
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