Día para despistar el enemigo... Isabella muy a las 5am se levantó a pedir tetero y después no se durmió más, sólo quiere que la cargue y le juegue y yo tenía que hacer otras cosas, sin embargo con ella colgando de mis pantalones alcancé a hacer algunos quehaceres.
No puedo decir que estuve triste porque no fue así. Traté de estar ocupada. Fui a Sandiego el Centro Comercial y cambié mi celular, por el más económico que encontré. Con Isabella de la mano anduvimos por los pasillos, la gente la mira, camina vacilante como un robotcito y eso enternece mucho. Yo terminé llena de paquetes, pasé por Fedco, por el Exito y por McDonalds, comprando cosas pequeñas en cada lado.
Ayer estuve hablando con David, un amigo, digamos "papá soltero" pero super entregado a sus chiquitas, que viven aquí aunque el vive en Bogotá. Conoció a Isabella y nos miraba con algo de lástima, especialmente a mi hija, tan vivaracha, alegre, coqueta, sin papá para jugar los juegos que sólo ellos saben. David no es capaz de creer que el papá de Isabela simplemente la abandonó, creo que piensa que es mi culpa.
Pero no. El está en alguna parte, sin pensar en ella. En contraprestación, mi hija tampoco piensa en él.
Llueve mucho. Tengo sueño. Feliz día del padre, también para mí.
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