sábado, 10 de mayo de 2008

De madre en madre, de madre a madre

Tantos hijos... tantas madres. Una madre para cada hijo, porque para cada uno su mamá es la única y él es el único hijo, aunque tenga 20 hermanos.


A veces con mi hermano jugábamos a decir "que vaya adonde su madre" y el otro contestaba "la suya". Pero para mí era la mía y para él era la de él.



Tenía un compañero de trabajo, Freddy, para quien el asunto de las madres era cosa de picardía... decía que cada persona que iba caminando por la calle era la consecuencia de un "polvito muy bien hecho y así sí... ¡¡Felicitaciones a todas las mamás, muy bien lo que andaban haciendo!! ¡¡pilladas!!" y nos hacía reir a todos...



Arjona canta a una chica "...has hecho el amor más veces que mi abuela..." y creo que hasta ese momento ninguno nos habíamos imaginado a la abuelita haciendo el amor. Pero pues claro... y en ese tiempo que tan jóvenes se casaban.



Pero tiene razón. Entre la picardía, el tabú y el misterio, ya poco se considera que todo surge del enorme poder creador que reside en el sexo y que es confiado a la mujer en su maternidad.




A medida que pasan los años, uno va entendiendo cosas que ya sabía pero no podía comprender. Huyendo de los "perversos hombres" que de niña aprendí que sólo hacían sufrir a las mujeres, hice muchas cosas ajenas al romance, estuve en grupos juveniles, en catequesis, en pastoral, en grupos de oracion... pero me llego tambien, un poco más tarde que a las demás, el tiempo del enamoramiento, de la ilusion, del dolor y de los experimentos con el sexo.

El hecho de conocer el sexo me hizo sentir poderosa, despues sudorosa... y despues utilizada...

No entendía bien porque después de romper con alguien con quien había tenido relaciones me sentía robada, usada... una parte supongo por la educación que nos dan en que a todas se nos dice y todas decimos "eso antes de la bendición del cura no se hace, solo lo hacen las niñas malas"... pero realmente muy pocas lo cumplen y así vamos, de cama en cama, de culpa en culpa.

Y otra parte, porque no entendía bien el poder del sexo y no es que ahora lo entienda, pero ver a mi hija jugueteando por ahí con la perfección de su ser y la alegría de su corazón y con la certeza de un alma en su interior... me hace ver que mi propia energía sexual, mi propio instinto y mi propio deseo son sólo el instrumento de un poder más alto... de la naturaleza misma que busca reproducirse, permanecer, evolucionar, vivir.

Cuando leo las noticias del increible aumento de maternidad adolescente yo lo que pienso es "que hace una niña de 12 años teniendo sexo" y no entiendo porqué sienten que lo necesitan, porque es parte del mundo de las niñas ahora. Y me pregunto, cómo hará esta generación que está creciendo, para encontrarse con su identidad de mujer creadora, si vienen haciendo el amor sin terminar de crecer. No critico, solamente observo y reflexiono... todavia no estoy tan vieja para decir q mi generación fue mejor o que todo tiempo pasado fue mejor.

He sido una rebelde... una rebelde juiciosa y trataré de explicarselo a mi hija... no le voy a mentir diciendole que su papá fue el primero... Pero me ponía furiosa cuando alguien trataba de decirme que una mujer que se acuesta más vale menos. Y contestaba algo que podía sonar muy grosero, pero era muy cierto, decía que la dignidad a mí no me la habían puesto allá, sino más arribita, en el corazón.

En Cruel Intentions, la película que en español se llama Juegos Sexuales, la protagonista le dice a la niña que intenta pervertir: "todo el mundo lo hace, pero nadie habla de ello." Pero yo tampoco podía vivir así, sin saber... he sido metiche, le pregunto a casi todo el mundo que conozco cómo ha vivido su vida sexual y he encontrado que todos escribimos más o menos la misma historia. Usar, ser usados, nosotras queremos creer que nos aman a razón de que estemos en la cama, que es un requisito... tontas tontas nosotras...

porque ellos, los benditos ellos por quienes vivimos y sentimos que morimos... cuando van a amar a una mujer realmente la aman así esté o no esté en su cama. Por eso hay hombres que tienen 4 hijos con una mujer y se casan con otra... y otros que siguen amando a la que nunca les dio bola... y otros que aman en el día a la misma que aman en la noche, durante muchos muchos años.

Sin embargo, conocí amigas en verdad terribles, (de las que no quiero que sea Isabella). De las que podían estar con un tipo después de una fiesta o con el compañero de trabajo, diablas... una de ellas me decía "Andre disfruta la vida, "tira" primero, culpate despues". Y yo me reía y un poquito me escandalizaba...

yo era de las "juiciosas", solo con los novios, con los amorcitos que después se fueron. Y yo sola en mi casa, con sed por llorar, tomando agua, pensaba, que tenía que haber un punto medio entre tener que esperar a casarse virgen y desperdiciarse así... sentía perder el tiempo y no poder dejar de sentir que había hecho algo mal.

Pero ser madre te cambia... sobre todo si uno tiene una niña. De mujer a mujer, de la madre que soy ahora a la madre que mi hija será... te diré, uno de los poderes creadores del sexo es ser madre.

Y vale su peso en oro.

Y te celebran el día y todo... pero, otra vez, "todo el mundo lo hace, pero nadie habla de ello" preferimos olvidar cómo fue que nos convertimos en madres. Que es precisamente, lo que no quise olvidar en este post.

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